Placas solares con las que convertir el sol en la principal fuente de energía para tu hogar

  • Según los últimos datos de UNEF, la Unión Española de Fotovoltaica a la que estamos adheridos, en el ámbito residencial la instalación de placas solares ha crecido un 32 %
  • Conocer las posibilidades de la vivienda y las variables que se contemplan a la hora de instalar un sistema de energía solar en un hogar es importante para optimizar su rendimiento. La orientación e inclinación, entre otros factores, afectan al rendimiento de las placas solares

El autoconsumo de energía solar fotovoltaica sigue en auge. Cada vez son más hogares y negocios los que deciden utilizar el sol como principal fuente de energía, al tiempo que contribuir a la sostenibilidad del planeta, instalando en sus cubiertas o terrenos placas solares. Según los últimos datos de la UNEF, en el sector residencial ha aumentado en un 32 % en el último año.

El encarecimiento del precio de la luz, la incertidumbre que nos deja el contexto geopolítico y los planes de ayuda con los que financiar las instalaciones de energía solar fotovoltaica son las principales razones que impulsan el crecimiento y expansión del autoconsumo energético en los hogares españoles.

Datos positivos para un sector que busca satisfacer la creciente demanda por convertir la luz solar en la fuente principal de energía. Ahora bien, ¿qué cuestiones relativas a nuestra vivienda debo contemplar? ¿Qué sabemos de su funcionamiento y composición? Si estás pensando en instalar un sistema de energía solar fotovoltaico, conviene aclarar algunas de los aspectos básicos de la instalación.

Factores que se tienen en cuenta a la hora de diseñar una instalación solar fotovoltaica

La primera cuestión para conocer las posibilidades de nuestra vivienda es el lugar donde se realizará la instalación de las placas fotovoltaicas. ¿Tenemos una cubierta inclinada o plana?

Otra clave que nuestro equipo técnico especializado tiene en cuenta a la hora de diseñar la instalación es el lado del tejado sobre el que más radiación solar se obtiene a lo largo del día, así como la orientación. En cuanto a la inclinación, la latitud y la época del año en la que más consumo energético registramos entran también en juego.

Debemos saber que las placas solares generan mayor cantidad de energía cuando los rayos del sol inciden de manera perpendicular sobre su superficie. Por ello, la orientación Sur es la mejor opción. Si se orientan un máximo de unos 45 grados al sureste o suroeste apenas se ve afectada su capacidad productiva anual. Orientaciones este u oeste o desviaciones de más de 90 grados de la Sur reducen hasta un 30% la capacidad de generación.

El consumo energético es también una cifra que determinará el diseño de la instalación porque determinará el número de paneles solares necesarios para abastecer de la energía que cada hogar necesita.

Otra de las cuestiones es saber si queremos que sea una instalación de autoconsumo instantáneo o por acumulación. Con la modalidad instantánea no son necesarias las baterías porque el consumo se produce durante las horas de sol, mientras que en la modalidad por acumulación se puede almacenar la energía para hacer uso de la misma fuera de las horas de sol. Es en esta modalidad cuando se abren dos tipologías de instalación: las que vierten a la red eléctrica la energía que se consume a lo largo del día, obteniendo ingresos con su venta, y la que no tiene vertido de excedentes a la red.

Los elementos de un sistema fotovoltaico de autoconsumo

¿Qué es lo que voy a instalar en mi hogar? Un sistema de energía solar fotovoltaica cuenta con componentes principales o básicos, y otros que podemos considerados secundarios porque aportan funcionalidades extras a la instalación.

Dentro de los componentes básicos de un sistema de energía solar fotovoltaica encontramos las placas solares, el inversor solar, el contador de generación, y la estructura o soporte con los que se fijan los paneles solares a la superficie elegida para su instalación.

Entre los componentes secundarios englobamos las baterías, los reguladores de carga, los sistemas de monitorización, y los seguidores solares.

Los paneles solares fotovoltaicos son el principal componente de un sistema de energía solar fotovoltaico. Son los encargados de convertir directamente la luz solar en electricidad. Son los más aconsejables para el consumo energético de viviendas unifamiliares y colectivas. Entre sus ventajas destacan su bajo mantenimiento y su capacidad para generar electricidad de forma independiente.

Cabe mencionar que también existen instalaciones con paneles solares térmicos convierten la luz solar en calor, siendo utilizados de manera habitual para suministrar agua caliente, calefacción y refrigeración. Están pensados para edificios de viviendas colectivas por su capacidad para para proporcionar calefacción y agua caliente a varios hogares.

No obstante, dada la versatilidad que ofrecen los paneles solares fotovoltaicos en cuanto al uso final de la electricidad que generan frente a calor que producen los térmicos, cabe destacar no solo que la amortización de la inversión se produce en menor tiempo, si no que la electricidad que no se consume puede ser vertida a la red, obteniendo así ingresos de su venta.

El inversor se considera el cerebro de la instalación pues es el elemento encargado de transformar la corriente eléctrica continua generada por los módulos fotovoltaicos en corriente eléctrica alterna. Optemos por una instalación conectada a la red o aislada, el inversor es uno de los componentes imprescindibles. En el mercado encontramos diferentes tipos en función de si son de baterías para instalaciones aisladas o de conexión a red.

Por su parte, el contador bidireccional es el encargado de monitorizar la cantidad de energía excedentaria que ha sido inyectada. Se denomina bidireccional porque mide la energía que circula por la instalación fotovoltaica en dos direcciones: de la red al usuario (energía demandada) y del usuario a la red (energía inyectada).

Las baterías son el dispositivo que almacenan la energía producida por las placas solares durante la producción. La conexión entre los paneles y la batería se produce a través del inversor. En la actualidad, existen múltiples tipos de baterías en el mercado en función de la tecnología que cada fabricante utiliza.

Un elemento que favorece la vida útil de las baterías son los reguladores de carga, encargados de gestionar la energía de los acumuladores de manera eficiente, evitando, por ejemplo, sobrecargas. También existen componentes conocidos como optimizadores de potencia que se instalan entre las placas solares y los inversores con la finalidad de ayudar a mejorar el rendimiento de cada panel de manera independiente para garantizar el buen funcionamiento de la instalación en su conjunto.

Otro de los componentes del sistema de energía solar fotovoltaica es la estructura sobre la que se fijan los paneles a la superficie. Estos soportes pueden ser coplanares, los más habituales en los tejados porque con ellos se aprovecha al máximo el espacio, o triangulares, utilizados en suelos y cubiertas planas para inclinar y orientar las placas fotovoltaicas con el objetivo de optimizar la producción de electricidad.

En Obremo nos hemos especializado en la instalación de paneles solares fotovoltaicos para autoconsumo. Si quieres descubrir el número de paneles necesarios que necesitarías, las subvenciones disponibles, la potencia que necesitas, entre otras cuestiones, contacta con nosotros y uno de nuestros asesores contactará contigo para darte todos los detalles.