Entrevista a Carmen Cantarero, especialista I+M Telecomunicaciones en Obremo.

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Desafiando estereotipos y alcanzando metas, la historia de Carmen en el sector de las telecomunicaciones es un relato inspirador de determinación y superación.

Con una determinación inquebrantable y un espíritu de superación, a través de su formación y experiencia en Obremo como especialista I+M Telecomunicaciones, ha demostrado un compromiso innegable con la excelencia en el servicio prestado, destacando en campos técnicos, desafiando percepciones sociales y allanando el camino para futuras generaciones.

P1. ¿Qué te motivó a unirte a Obremo y trabajar en el área de telecomunicaciones?

R1. Decidí adentrarme en el mundo de las telecomunicaciones como complemento a mi formación académica, a raíz de un curso de teleco que realicé. Este constaba de una parte de prácticas en empresa, las cuales realicé en Obremo y me permitieron conocer el desarrollo de la actividad y que esta se podía ajustar a lo que estaba buscando.

P2. ¿Cómo describirías un día típico en tu trabajo y cuáles son los aspectos más desafiantes?

R2. Me enfrento a una variedad de tareas, al igual que mis compañeros, en un día típico me encuentro con instalaciones sencillas en las que solo se cambian equipos y otras en las cuales se tiene que realizar la instalación completa. Más allá del desafío físico que algunas instalaciones puedan representar, el aspecto más desafiante es la incertidumbre se hace presente al entrar en los hogares de los clientes, donde la vulnerabilidad puede ser una constante. No obstante, afronto cada tarea con respeto y amabilidad, priorizando la satisfacción del cliente y el cumplimiento de sus expectativas.

P3. ¿Qué habilidades consideras más importantes para tener éxito en tu posición?

R3. Considero que el éxito en este campo radica tanto en una combinación de formación técnica sólida, capacidad para trabajar bajo presión y habilidades interpersonales, como la empatía y el respeto hacia los clientes.

P4. ¿Qué consejos darías a otras mujeres interesadas en trabajar en un campo similar?

R4. Mi consejo es que luchen por lo que quieren, que no hay trabajos de hombres ni de mujeres, pues ya está más que demostrado que somos capaces de realizar aquello que nos proponemos.

P5. ¿Has enfrentado algún tipo de discriminación de género en tu trabajo?

R5. Directamente no, en ocasiones me enfrento a actitudes de incredulidad cuando me ven, pero prefiero dejar que mi trabajo hable por sí mismo y demostrar mi valía en cada proyecto.

P6. ¿Cómo te has sentido apoyada por tus compañeros y superiores en tu rol?

R6. El apoyo de mi equipo en Obremo ha sido fundamental para mi desarrollo profesional, me han brindado siempre un ambiente donde me han hecho sentir valorada y aceptada como parte integral del equipo.

P7. ¿Cuál ha sido tu logro más destacado hasta ahora en tu carrera en Obremo?

R7. Mi mayor logro ha sido poder demostrar a todos y sobre todo a mí misma que soy capaz de realizar cualquier trabajo que me proponga.

P8. ¿Qué te motiva a seguir adelante en un trabajo que sabemos puede ser físicamente exigente y a veces poco común para las mujeres?

R8. Encuentro la motivación en el constante desafío de superarme a mí misma y en la oportunidad de cambiar las percepciones sobre el papel de las mujeres en profesiones tradicionalmente más masculinas.

P9. ¿Qué aspectos del trabajo en Obremo te hacen sentir más orgullosa y cómo te ves creciendo profesionalmente?

R9. Es sencillo, el hacer una instalación y que el cliente se sienta contento con el trabajo que he realizado. Mi objetivo a futuro es continuar potenciando y mejorando mis habilidades y capacidades en mis tareas diarias, así como resolviendo cualquier reto que se me plantee.

P10. ¿Qué es lo que más disfrutas de trabajar en el equipo de Obremo? ¿Hay alguna anécdota o experiencia en particular que te gustaría compartir?

R10. Lo que más disfruto es el contacto directo con los clientes y la satisfacción de ayudarlos con sus necesidades de telecomunicaciones. Recuerdo con cariño una anécdota, mientras realizaba una instalación. Durante el proceso, una niña se acercó y me pidió permiso para observar cómo llevaba a cabo mi trabajo. En ese momento, estaba montando un módulo de telecomunicaciones. Me llamó la atención la manera entusiasta con la que la niña seguía cada paso de mi trabajo, lo cual me pareció realmente encantador. Fue una experiencia que me marcó por el gran interés que mostraba la niña y que me recordó la importancia de compartir conocimientos y despertar la curiosidad en las nuevas generaciones.