El almacenamiento energético y los sistemas BESS se han convertido en protagonistas de la transición hacia un modelo eléctrico más sostenible y eficiente.
Estas soluciones permiten optimizar el consumo, facilitar la integración de energías renovables y dar respuesta a uno de los grandes retos actuales: garantizar potencia y estabilidad tanto en estaciones de recarga de vehículos eléctricos como en instalaciones residenciales. En palabras de Enrique Lesmes, responsable de Ingeniería de Proyectos del área de Renovables de Obremo, “los BESS son clave porque permiten instalar equipos de mayor potencia en zonas donde la red es limitada, y en el ámbito doméstico facilitan disponer de recarga a máxima potencia sin necesidad de ampliar la potencia contratada”.
BESS en estaciones de recarga: autonomía sin reforzar la red
En zonas rurales o áreas logísticas, el reto es la falta de potencia disponible en baja tensión. Instalar cargadores rápidos (80-90 kW) suele requerir costosas inversiones en infraestructura de media tensión. Aquí es donde el almacenamiento cobra sentido: con una batería de 200 kWh y apenas 30-40 kW de red disponible, es posible alimentar dos equipos de 100-120 kW, cargando la batería en momentos valle y liberándola cuando el vehículo lo necesita. “Desde un punto de vista técnico-económico, es la solución óptima para desplegar estaciones de recarga rápida en lugares con red saturada”, señala Lesmes.
BESS en el autoconsumo residencial e industrial
En el ámbito doméstico, la ventaja es clara: ahorro en la factura eléctrica. Un sistema de baterías permite consumir por la tarde-noche la energía producida en horas de sol, evitando ampliaciones de potencia contratada. Además, con tarifas dinámicas, la batería puede recargarse en horas de energía barata y descargarse cuando el precio sube. En instalaciones industriales, la rentabilidad se multiplica cuando el sistema permite dos ciclos diarios (carga y descarga). Esto maximiza el uso de la batería y genera un ahorro notable.
Tecnología y gestión inteligente de la energía
Actualmente, las baterías de litio dominan el mercado por su eficiencia y vida útil, mientras que las de plomo-ácido tipo gel se usan en espacios reducidos con baja ventilación. El gran salto está en los sistemas de gestión inteligente (EMS) con IA, IoT y Big Data, capaces de analizar patrones de consumo y programar la carga/descarga para maximizar el ahorro. “Hoy en día, gracias a la gestión inteligente, el uso de BESS empieza a ser muy rentable, incluso con precios todavía elevados”, apunta Lesmes.
La apuesta de Obremo por el almacenamiento energético y los sistemas BESS
Obremo impulsa soluciones de autoconsumo y estudia la integración de sistemas BESS tanto en proyectos industriales como residenciales. La clave está en la ingeniería personalizada: cada cliente tiene un perfil de consumo único y la solución debe adaptarse a él.
“En Obremo entendemos el almacenamiento como una herramienta estratégica para impulsar la transición energética. Nuestro compromiso es diseñar proyectos que combinen innovación, eficiencia y sostenibilidad para maximizar el valor para el cliente.”